Obviamente, este no es un té de la histórica firma Tong Qing Hao, ya que la antigua empresa suspendió el uso de la legendaria marca “Dragón y Caballo” en 1920. Es una reproducción posterior, hipotéticamente elaborada a principios de los 2000 o incluso antes, posiblemente a finales de los 90, dado que cuando adquirimos el lote en 2008, ya era un té bien añejo. Disponemos de poca información sobre este té, pero lo que sí podemos compartir son sus excelentes sabores y textura tras 15 años de añejamiento en nuestro almacén privado.

Este té destaca orgullosamente su proceso de añejamiento en un almacenamiento absolutamente limpio, libre de las notas desagradables que a menudo aparecen en muchos Shou añejos, como tonos terrosos, mohosos o rancios, así como los irónicos toques a pescado que a veces se encuentran en los Shou jóvenes. Este placentero té ofrece los sabores característicos de un buen Puerh añejo: calmante, cálido, reconfortante y dulce. Lo más satisfactorio es la exquisita y cremosa textura en su licor denso, que se desliza elegantemente por la garganta sin dejar sensación alguna de tragar.